10+3 mitos (más) de los que te debes olvidar si quieres encontrar un empleo

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Foto by Manuel Morillo ©

Y cómo cada vez estamos más cerca de la época de los turrones y de los mantecados, sigue la publicidad engañosa sobre la búsqueda de empleo…

«La Navidad está a la vuelta de la esquina y queremos contar contigo (hasta aquí bien, verdad? nada fuera de lo normal, porque es cierto que en estos días se contrata a muchas más personas para la campaña navideña)  pero sigue, sigue leyendo

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Lo cierto, es que visto lo visto, y ya que estábamos manos a la obra, mis compañer@s y yo no podíamos dejar de escribir esta segunda parte del post y es que nos encanta desmontar mitos, porque con el primero no tuvimos bastante, porque creemos firmemente que las personas necesitan tener clara determinadas cosas mientras trabajan buscando un  su empleo, así que aquí tienes , 10+3 mitos (más) que debes olvidar si quieres alcanzar tu objetivo en la búsqueda de empleo:

#1Mito ‘No hace falta evaluar y mucho menos, cuestionar nuestro proceso de búsqueda de empleo’ por Juan Martinez de Salinas

A las personas nos encantan los hábitos y movernos en una zona conocida o cómoda. Las personas que se encuentran en proceso de búsqueda de empleo o de cambio profesional tienden a realizar de forma constante las mismas rutinas. Eso de adaptar nuestro perfil a cada oferta o a las necesidades de cada empresa es mucho trabajo y seguro que no vale para nada. Con nuestro perfil profesional estándar ya es suficiente.

Los seleccionadores no son adivinos, si algo quieres que lo sepan ponlo bien claro. Debes analizar qué quieres conseguir con cada cosa que pones en tu perfil profesional. Algunas personas tienen como objetivo diario mandar el máximo de perfiles profesionales suyos a ofertas y/o empresas. Esto es un gran error. Antes de mandar por ejemplo tu perfil profesional por autocandidatura a una empresa, debes investigar en qué situación está la misma, porque si esa empresa está despidiendo gente ya te digo yo que no te va a contratar ni a ti ni a nadie.

Así que debes adaptar tu perfil a cada empresa y oferta. Esto supone hacer las cosas de forma diferente y ponerte en el lugar de las personas a las que te diriges. Averigua que necesidades tienen y cómo puedes ayudarles a solucionarlas. En la búsqueda de empleo las prisas no son buenas, dedica a cada tarea el tiempo necesario. Por lo tanto, debes cuestionarte tus tareas y buscar otras formas de hacerlas. Además de analizar si te acercan a tu objetivo de encontrar un nuevo empleo.

Así que, despide ya a tu entrenador PEREZA y a tu coach NEGATIVIDAD porque ninguno de los dos te ayudan a evolucionar de forma correcta en este proceso.

#2Mito ‘Si sólo aplico a puestos concretos, estoy perdiendo oportunidades…’ por Paloma Grijota

A la hora de buscar empleo tenemos que poner foco. Hay personas que creen que el hecho de definir de forma específica el objetivo hace que pierdan de vista otras ofertas y así una oportunidad laboral.

Tener un objetivo y focalizar es necesario para definir la estrategia y poner en marcha el plan de acción. Puedes tener varios puestos en los que puedas encajar por tu formación y experiencia, por supuesto, pero de ahí a enviar CV a todas las ofertas solo por cumplir un requisito hay una gran diferencia.

Piensa que si las posibilidades son mínimas ¿no es mejor dedicar esfuerzo y tiempo a aquellas ofertas cuya probabilidad es mayor? Esto también repercute en la frustración que nos causa el rechazo continuado, ¿realmente es necesario pasar por ello?

#3Mito ‘Para encontrar empleo, inscríbete en todos los portales, webs y APPs que existan’ por Helen Gómez Ruano

Inscribirse en portales, webs de empleo y descargarte APPs son otra vía más en tu proceso de búsqueda de oportunidades laborales. Pero ojo, no es suficiente, ya lo sabes y, si aún no lo has aceptado y asumido, mal lo llevas.

Igualmente ocurre cuando rastreas, estudias y seleccionas aquellas empresas objetivo para tus metas profesionales: ¿Accedes a ellas por su pestaña «Trabaja con Nosotros» y ya está?

Te doy un consejo, si tienes interés por esas empresas, ¡muéstralo! ¿Cómo?

  1. Rastrea-Estudia la empresa y adapta una Propuesta de Valor de interés.
  2. Investiga si conoces a algún contacto, ya sea directo o indirecto, relacionado con dichas empresas. Y consúltales, pide asesoramiento e información para crear una propuesta atractiva.
  3. Envía por mail (y no sólo por la pestaña «trabaja con nosotros» en aquellas que lo tengan) una Carta de Motivación, junto a tu CV adaptado para que quieran conocerte en persona. Y ¡ojo! cuida esa carta: sedúceles mostrando tu interés en la empresa, y por «formar parte de sus proyectos.
  4. Deja un margen de 10-15 días para obtener una respuesta por parte de la empresa y, si no responde finalmente, entonces sí, llámales directamente, sé amable, transmite tu interés por saber si recibieron y leyeron tu mensaje. ¡Interésate!

¡Recuerda! #LoQueDependaDeTi #Hazlo

#4Mito ‘No voy a encontrar empleo: en todas las ofertas piden años de experiencia laboral y yo soy recién titulada o demasiado joven’ por Patricia Vázquez Paz

Durante muchos años de trabajo con universitarios/as escuchaba esto que es fácilmente refutable. Si esto fuera verdad nunca nadie adquiriría experiencia y habría mogollón de personas mayores que nunca habrían trabajado ¿no?

Cada puesto de trabajo concreto tiene previsto de antemano una serie de requisitos, tareas, responsabilidades y competencias necesarias para ser desempeñado más técnicos y otra parte de cualidades personales, actitudes, aptitudes más personales. Es verdad que la titulación y la experiencia son importantes y la mayoría de las empresas se fijan en estos dos aspectos pero hay muchos sectores y ofertas concretas en los que hay oportunidades profesionales para personas con experiencia además de programas de prácticas que facilitan esta ansiada incorporación al mercado laboral. Además, la manera de comunicarte con tu mercado laboral al finalizar tus estudios también puede ser lo suficientemente atractiva para que una empresa apueste por ti así como las acciones que hayas realizado durante los mismos ¿becas? ¿intercambios? ¿prácticas? ¿deportes? ¿colaboraciones? ¿voluntariado? Todo suma y mostrado de la manera adecuada puede ser un buen gancho para atraer a empresas interesantes. Cuando tenemos poca o ninguna experiencia laboral nuestras competencias y nuestra actitud son la clave para diferenciarte.

#5Mito ‘Los servicios de orientación sirven para buscarme un empleo’ por Reme Arjona

En la actualidad, aún se equipara a los servicios de orientación y la labor del orientador/a con los servicios de intermediación laboral: “El orientador u orientadora está para buscarme un trabajo”.

Esta actitud nada proactiva ante la búsqueda de empleo unida al desconocimiento de éste recurso gratuito, sitúa la responsabilidad de los resultados obtenidos por la persona en agentes externos (servicios orientación) y no internos (esfuerzo personal, competencias, experiencias, habilidades, etc.).

¿Qué hace entonces un orientador/a? Pues su misión es acompañar a la persona en su proceso de búsqueda de empleo porque conoce el mercado laboral actual, los procesos de selección, las ofertas formativas existentes, las herramientas de búsqueda de empleo más actuales y los perfiles más demandados. Todo ello, le permite ser guía de la persona en su propio plan de acción adaptándose siempre a las necesidades, intereses, motivaciones y perfil profesional de ésta.  En definitiva, sus acciones se centran en mejorar la empleabilidad del individuo para que se adapte de forma exitosa al mercado de trabajo existente y donde la responsabilidad que asume la persona en el proceso de búsqueda es crucial.

#6Mito ‘Cuantos más títulos y cursos tenga, mucho mejor’ por Antonio Rodríguez Lepe

Pues no, te equivocas, tampoco se trata de completar álbumes de títulos. Además, a veces, en muchos perfiles incluso te encuentras con una diversidad tan variopinta y dispares unos de otros, que cuesta trabajo discernir hacia dónde dirige su trayectoria profesional esa persona.

Siempre lo diré, una vez aclarado el objetivo profesional que pretendes, tendrás que ver qué necesitarás para alcanzarlo, lo primero, qué titulación. qué cursos de perfeccionamiento, máster o cualquiera otra formación que sea acorde con ese objetivo.

Puede que a estas alturas ya tengas hechos muchos cursos y demás, lo sé, llevas toda la vida formándote. No pasa nada. Se trata de que sepas darle enfoque, y si tienes que prescindir de algunas de esas formaciones, hazlo, porque te quedará genial, ¡seguro! Por ejemplo, en tu CV, ordénalas en torno al objetivo, dando prioridad a los de la especialización que se relacionan directamente con él, pues esa formación es la que pondrá en valor tu candidatura desde ese aspecto, recuerda, a veces, menos es más!

#7Mito ‘El curriculum debe tener una página’ por Olga González Ferrera

Habrás oído hablar mil veces sobre el tamaño que debe tener tu currículum, que no debe ser demasiado largo, que no hay que extenderse demasiado, pero lo que más veces habrás escuchado es que sobre todo no debe ocupar más de una página.

Y yo me pregunto… ¿En serio piensas que puedes meter toda tu experiencia en una sola página? Si es así dime cómo lo haces porque a poco que tengas algo de experiencia esto no te va a resultar nada fácil. Así que no empieces a quitar márgenes y a cambiar el tipo de letra para que te entre todo, porque entonces parecerá lo que es, que has tratado de ajustar en ella toda la información y, o no se verá bien, o quedará demasiado aburrido y recargado, cosa que no jugará a tu favor.

Tu objetivo es que resulte fácil y sencillo de leer. Así que no te emparanoyes con esto y preocúpate más de que tenga una estructura clara en la que no falten los apartados básicos y la información más relevante.

Y si te ocupa dos páginas, tranquilo/a que no pasa nada…

#8Mito ‘Para qué molestarme si ese puesto ya estará dado’ por Susi Doctor Morillo

Ya, pero es que me han dicho…

que es un paripé, que ya tienen al candidato/a y que sólo lo publican por imagen o por marketing

que sólo contratan a personas del pueblo / de confianza / a personas «guapas» / a hombres y no a mujeres

– que hay candidat@s que tienen algún punto de ventaja por cercanía, por colaboraciones con la empresa…

que son muy exigentes y buscan gente con muchas tablas…

Bla, bla, bla,… (pregúntate mejor qué valor ofreces tú, cómo lo proyectarás, por qué deberían contar contigo o elegirte)

Jolines, el plazo termina mañana, ¿porqué no me habré enterado antes? 

– Buena pregunta, por favor contéstatela (¿qué podrías haber hecho para enterarte antes, en tiempo?

– Pero, de todas maneras, no hay problema ya que tienes la artillería preparada, a punto, al día, a mano,… o no??? (otra buena pregunta que debes contestarte)

Y otras excusas más…

Por favor!!! Déjate de excusas, no te menosprecies, que no te pueda la pereza, la inseguridad o el miedo al fracaso. Atrévete, arriésgate y trabájatelo, a las malas lo mejor es que algo aprenderás siempre.

El NO nunca te lo pongas tú!!!

#9Mito ‘En una entrevista es necesario que adornes tus cualidades, y si hace falta, mentir’ por Jessica Buelga

Total, nadie se va a enterar…

Partiendo de la base de la cantidad de información que hay de todos nosotros en ingentes bases de datos y la rapidez con la que se propaga gracias a las redes sociales, mentir… está muy feo y ya se sabe aquello de  ‘se coge antes a un mentiroso que a un cojo’. 

Para la entrevista lleva bien trabajadas todas las áreas: las destacadas, las de mejora y las de «quizás no sea la persona adecuada». Yo, por ejemplo,  podría edulcorar mi versión como cantante, pero llegado el momento de grabar un disco o de subirme a escenario, a ver cómo salgo de esa.

Por otro lado, es un rasgo muy valorado por las empresas, lo que yo llamo, la sinceridad consciente, o la manera asertiva y positiva de admitir las limitaciones que todos tenemos, como humanos que somos, pero que consiguen quedar en un segundo plano al lado de las competencias que son evidentes y aquellas que vemos como potenciales.

Antes de mentir, piénsatelo.

#10Mito ‘Si no has trabajado mínimo un año y medio o dos en una empresa no te cogerán’ por Meme Romero 

Y yo me pregunto, ¿quién fue el iluminado/a que propagó este cuento chino? Hoy por hoy, el mercado laboral ha cambiado, quítatelo de la cabeza, ni tú ni yo vamos a estar como estuvieron nuestros padres toda la vida en la misma empresa.

Estamos en un mercado, cambiante, que va más rápido de lo que muchos quisieran, nos van a contratar para realizar determinados proyectos y cuando acabemos, adiós muy buenas, tendremos que buscar nuevos proyectos y embarcarnos en nuevos retos (así sin traumas de ningún tipo).

Dicen algunos estudios que durante nuestra trayectoria profesional podremos llegar a cambiar de trabajo entre 9 y 20 veces, trabajar en sectores diferentes, en ciudades diferentes o con equipos de trabajo totalmente diferentes a cómo lo conocemos hoy y sino, piénsalo, ¿en cuántas empresas o proyectos has trabajado ya?

Aquí lo único importante para enamorar a una empresa son tus conocimientos, qué sabes hacer y cómo vas a solucionar los problemas que tiene esa organización, tu actitud, esa que te define, y tus valores, no te olvides nunca de éstos.

Qué no te engañen, que la duración de tu contrato no es lo que determina tu contratación, sino tus habilidades y sobre todo, tu propuesta de valor!

#10+1Mito ‘Conseguiré trabajo solo por mi formación’ por Grace Salazar

Tener la creencia de que solo conseguirás trabajo por lo que estudiaste hace unos años, es erróneo. Tener la creencia de que encontrarás empleo sólo por haber cursado un certificado de profesionalidad que jamás aplicaste, sigue siendo un gran error.

Pensar que te contratarán porque hiciste una carrera hace unos años, de la cual no sabes cuáles son sus novedades ni conoces cómo está yendo el área o cómo ha evolucionado en estos años en los que tu vivías de otra cosa, y  a la que ahora quieres seguir dedicándote es un auténtico disparate.

Hoy en día, más allá de a lo que nos dediquemos, tenemos la obligación de aprender de manera continua, durante toda nuestra vida e igualmente tenemos la obligación de desaprender todo aquello que ya no nos sirve. Todo ésto dependerá de nuestra capacidad para gestionar la información, de crear entornos que nos faciliten adquirir estos conocimientos y lo más importante, del interés real que tengamos por ser dueños de nuestro desarrollo profesional.

#10+2Mito ‘Una mentira en dos palabras: NO PUEDO’ por Enrique Cejudo

Hace años que, tras leer esta frase de Joaquín Sabina, decidí convertirla en mi personal derribadora de muros mentales.

Descubrí que tras mis ‘no puedo’ siempre se escondían otros “no quiero” “prefiero hacer otras cosas antes” y un sinfín de excusas que lo único que hacían eran limitarme y servirme de coartada.

El “no puedo” te anestesia y te quita responsabilidad y, claro, eso nos gusta a todos, no haces lo que tienes/debes porque no puedes.

“No puedo ponerme a estudiar a estas alturas de mi vida”.

“No puedo estudiar y trabajar”

“No puedo emprender”

“No puedo hablar en público”

No puedo cambiar algo que me ha acompañado durante tantos años”

El 99 % de las veces puedes dejar de decir “No Puedo” porque Si Puedes… si quieres, si lo antepones a otras cosas, si estás dispuesto a esforzarte lo suficiente, si estás dispuesto a prepararte lo suficiente y si estás dispuesto a olvidarte de la mayoría de las excusas que te atenazan y aprendes a dejar de decir no puedo tendrás, primero, la oportunidad de hacer muchas más cosas de las que haces y, segundo, la responsabilidad de ser tú quien decidas lo que puedes o no puedes hacer… ¿preparado/a?

#10+3Mito ‘Tienes que aprender a venderte bien’ por Elena Arnaiz Ecker

Pues Yo no me vendo y espero que tú tampoco.

Tú no eres un producto. Tus competencias profesionales son tu producto. Y esto requiere un trabajo brutal de investigación personal para saber qué es lo que sabes, qué es lo que sabes hacer con todo eso y la forma particular en la que tú lo llevas a cabo. Tu producto es la forma particular en la que resuelves los problemas de tus clientes/empresas o mejoras sus vidas en alguna medida. Esa es tu propuesta de valor y a esa es a la que hay que darle visibilidad. Y por esa es por la que puedes (y debes) pedir un precio (bien sea en forma de nómina, de facturas o de sonrisas en el corazón, cada uno lo que busque) No dejes que nadie te diga que no sabes venderte, porque no te hace falta.

Tú eres único y diferente por ti y en ti mismo. Sólo es necesario que te conozcas, que te reconozcas, que te valores, que te ames. Que identifiques tu regalo, el regalo que tienes para los demás y que lo lleves a la acción. Que lo enseñes. Cuántas más veces y en cuántos más medios, mejor. No te vendas. Tú no. Pero sí lo que haces. Trabaja duro, muy duro en todo esto que te pide y después ven, que quiero que celebraremos juntos los resultados 😉

Si quieres leer más sobre este mito tan recurrente, te dejo este post «Yo no me vendo y espero que tú tampoco»

Y recuerda, no creas todo lo que piensas…