® Foto by Manuel Morillo
He de reconocer que me ha llevado más de un año poder escribir este post, más de un año con la idea rondándome la cabeza pero sin tener claro cuándo y cómo tenía que hacerlo.
No te voy a mentir si te cuento que aun hoy, justo antes de darle al botón de publicar un escalofrío me recorre la espalda y me da un no sé qué pensar que muchos no lo entenderán, pero bueno, quiero y tengo que hacerlo. Y qué mejor momento, que estrenando este 2018.
Ahí va, voy a ser directa: desde hoy quiero que sepas que yo no soy realmente quién tú pensabas que era, no soy exactamente Mercedes Romero sino que más bien soy Meme, (Romero también) pero Meme. Te voy a pedir un pequeño favor, de ahora en adelante quiero que pienses en mi como Meme Romero, la misma profesional pero con un nombre con el que se siente mucho más identificada.
Te puede parecer una soberana g…., vamos estupidez! pero no lo es, al menos para mi no lo es, y es que hace ya casi cinco años que abrí mis perfiles profesionales buscando un cambio profesional, pensé que mi nombre, con el que yo me identifico, con el que yo me presento, con el que todo mi círculo cercano me conoce no era lo «suficientemente» serio o profesional. así que me decidí una vez más por el más formal. Porque además, ya alguna vez, cuando me he presentado me han hecho repetir mi nombre varias veces o me han gastado alguna broma del tipo, -uf es más bien un nombre perruno, no?- (Graciosos hay en todos sitios y los chistes fáciles son muy recurrentes)
Cómo te decía llevo tiempo pensándolo, pero no ha sido hasta ahora cuando he encontrado el momento para hacerlo. Ya sabes que escribo sobre marca personal, siempre desde mi experiencia y trayectoria como profesional del ámbito de las personas o RRHH, nunca como experta, que siempre te digo que para eso ya están profesionales de la talla de Eva Collado, Andrés Pérez Ortega, Elena Arnaiz o Guilem Recolons por abreviar), así que no te cuento nada nuevo si te digo que la marca personal parte de la autenticidad de uno mismo para luego definir un posicionamiento y ser capaz de transmitir unos valores, concretamente, tus valores.
Ahora que me he trabajado, ahora que me conozco, ahora que sé que la profesionalidad no se demuestra con tu nombre, aunque soy consciente de que, éste dice mucho de ti, me doy cuenta de que la marca personal no tiene que porqué rehuir de algunos rasgos del carácter de cada uno, y ésto era lo que yo sentía que hacía presentándome como Mercedes y no como Meme. (Conste, antes de que le surjan dudas a cualquiera que me encanta mi nombre, Mercedes, ese con el que me bautizaron, ese que me recuerda a mi abuela, y con el que me llamaba mi padre cuando se ponía seria conmigo de pequeña…)
Visibilidad, creo que ese fue uno de los errores que cometí al empezar a gestionar mi marca, pensar sólo en visibilidad, sin haber trabajado antes mis perfiles de autoconocimiento y haber diseñado una estrategia sólida.
Hay que empezar siempre por la (auto)visibilidad personal antes que por la realidad profesional y por supuesto, la relevancia debe ir siempre apoyada en hechos.
No quiero ni he querido nunca ser un ejemplo de profesional con ‘síndrome cupcake’ ese que adorna con cremas, siropes y colorines a determinados ‘entendidos’ que son simples como las magdalenas que ha hecho siempre mi abuela.
La marca personal va de conocerte (aceptando lo bueno y mejorando lo menos bueno), va de saber cuáles son tus competencias, va de hacerte un modelo de negocio e identificar tu misión, tu visión y valores personales, en definitiva, va de saber quién eres y qué puedes aportar al resto. Y luego puedes poner todo eso bonito y presentable para que lo conozca quien quieras que lo vea. Y ojo! debes saber que no vas a gustar siempre a no todo el mundo.
Marca Personal va sobre todo, de ser honesto con uno mismo
Con diría Andrés Ortega ser auténtico no es más que,
– No cambiar tus valores
– Ser coherente con tu discurso
– Actuar siempre de la misma manera ante circunstancias similares
La autenticidad fortalece siempre nuestra marca personal, y el secreto está en sentirse cómodos con la identidad que mostramos y con poder dar lo mejor de nosotros mismos.
SOMOS siempre, no hacemos (o no deberíamos hacer) que somos algo diferente. Se trata de tener respeto por nosotros mismos, para así poder llegar hacia donde queremos desde el Ser y no desde el Hacer.
Si no te muestras tal como eres será muy complicado que puedas sostener una marca personal sólida, coherente y atractiva, así que negar tu personalidad, negar quién eres de verdad, ocultar tu ADN de marca, es simplemente NO mostrarte como eres, es ocultarte tras una careta, por eso, hoy más qué nunca, quería presentarme:
Hola soy Meme!»
«No negocies tu autenticidad a cambio de una mirada de aprobación» Jorge Bucay
El Blog de Meme Romero 