Tú que lo sabes todo

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Foto by Manuel Morillo (@MMorilloFoto)

“Si crees que ya lo sabes todo, es difícil que aprendas mucho más”

Hace tan sólo unas semanas comentaba con mi círculo profesional más cercano lo ilusionada que estaba con una formación que iba a realizar con los profesionales de Etrania sobre entrevistas de selección.

Los comentarios fueron muchos y variados, desde el que me animaba a formarme y a que compartiese todo lo aprendido, al  que pensaba que éste sería un curso más que dificultaría que mi currículo siguiera teniendo tan sólo dos páginas, y el qué más me impactó, sin duda, aquel que me dijo «Total, yo después de veinte años haciendo entrevistas no creo que nadie me vaya a contar nada nuevo, qué me van a enseñar a mi que yo ya no sepa»

Es evidente que tod@s tenemos nuestra manera de pensar, algunas veces, maneras arraigadas en nosotros desde el nacimiento o la niñez. De hecho, las neuronas no siempre facilitan la labor porque desarrollamos con la práctica autopistas neurológicas que nos dificultan aún mas el pensar diferente, el salir de la caja, porque esos caminos quedan anclados en nuestro subconsciente y así actuamos, desde ese inconsciente, desde lo ya aprendido y a veces recitando como un papagayo o realizado  según qué cosas de forma mecánica y rutinaria.

De igual manera, nuestras creencias también están arraigadas en nosotros (y entre tú y yo, a la larga nos hacen tanto daño…). Hacemos las cosas de cierta manera, creemos ciertas cosas y en cierto sentido, sabemos lo que sabemos, vamos que esta persona tenía razón y «sabía» hacer entrevistas, seguramente seguiría siempre el mismo procedimiento, las mismas pautas, y si alguna vez consiguió sacar la información que quería a algún candidato y ésta le «resonó» pues listo, su subconsciente grabó ese procedimiento y él pensó, cómo no podía ser de otra manera, que ya sabía hacerlas y así un año, tras otro, y tras otros tantos más, hasta alcanzar 20 años de experiencia como entrevistador.

Pensar cosas nuevas, el creer en nuevas cosas y aprender otras diferentes a las que ya conocemos, todas ellas requieren de una acción intencional por nuestra parte, el querer aprender.

Personalmente pienso que como profesional hay veces que hay parar y tomar consciencia de que es necesario «borrar nuestro disco duro», sí lo que oyes, «borrar el disco duro», anular, cuestionar, reaprender para aprender, reestructurar nuestros paradigmas, aquellos que piensan que “ya lo saben todo” se pierden el regalo mas grande, la posibilidad de nutrirse de nueva savia, la posibilidad de rejuvenecer como profesional y como persona.

Sé que a veces es difícil aprender cosas nuevas. No sé si es por miedo a fracasar, por orgullo o simplemente por ignorancia, pero nos impide avanzar, o simplemente, por no mostrar esa vulnerabilidad aprendida después de tantos años, por no quitarnos esa careta de profesional senior y reconocer que a veces, nos equivocamos, que lo que hacemos «no funciona» o que al menos se podría hacer de otra forma.

Todos, en algún momento pensamos, “Yo ya sé cómo hacer esto”, o “Pero si yo sé más que aquella persona, entonces qué me van a enseñar a mi?” Cuando pensamos así, nos perdemos mucho, para empezar, la oportunidad de crecer.

Cuando crees que sabes todo pero no sabes nada

Querido amigo, éstas líneas van dedicadas a ti, a ti que ya lo sabías todo, déjame que te cuente antes de nada, que a pesar de mis casi 15 años de experiencia, yo sí que aprendí en aquellos dos días de formación, aprendí y mucho, pero lo mejor de todo, fui consciente de que a veces hacemos las cosas en modo «piloto automático» sin pararnos a pensar, sin derecho a cuestionarnos, como si todo aquello que venimos haciendo desde hace años estuviese bien hecho por el simple hecho del paso del tiempo, cómo si no hubiese otras alternativas.

No es bueno creerse saberlo todo, no. De hecho es malo, muy malo.

Vives cegad@ como un topo, a que la única verdad es la tuya, la única y verdadera visión de la vida es la que tus ojos y tu percepción alcanzan a sentir… pero sabes que, no es así.

No seas así, no te encierres en tu sabiduría, esa que vienes arrastrando desde el Pleistoceno, las cosas han cambiado, y lo mejor, siguen (y seguirán) haciéndolo.

Déjame que te diga, que no lo sabes todo, de hecho ignoras muchas cosas, tanto que no lo sabes. No menosprecies a  esos otros que se parten el coco por hacer las cosas de una forma distinta, de una forma mucho más humana, acepta que hay cosas que no sabes hacer, acepta que hay gente que hace las cosas diferentes y funcionan, vaya si funcionan! Acepta que llevar 20 años ahí, no significa que lo haces mejor que nadie, o que tu empresa te vaya a conservar en formol para toda la vida, nadie te asegura tu puesto, y sino piensa que buscan las empresas, ¿personas estáticas? No, no es así, y lo sabes, y eso es lo que te da realmente miedo.

No pretendas conocer un tema cuando no lo conoces, o cuando cuentas sólo con tu visión, con tu credo. No quieras ser un profesional senior, si no eres siquiera capaz de admitir que las cosas se pueden hacer mejor y de otra manera, sólo eres eso, un profesional con muchos años a las espaldas pero mediocre.

Perdona mi insolencia, o mi claridad, pero no seas un idiota, no cierres tu mente al conocimiento que rechazas.

¿Has probado a dejar de un lado alguna vez tu ego?,  Si no lo has hecho, que intuyo que no, no dejarás de estrellarte cada mañana contra tus propias limitaciones, con tu egoísmo y con tu falsa ilustración.

Recuerda el primer paso para cambiarlo todo, consiste en abrir tu mente, expandir esa pequeña apertura que no te deja ver cómo puede entrar más luz, crees saberlo todo y sigues sin saber nada, y lo peor es que solo das muestra de la pequeñez de tu mente.

Lo reconozco, me fui de aquella clase, con la cabeza  llena de ideas, con muchas reflexiones por madurar, y con otras muchas ideas pendientes de tirar a la papelera de mi hardware, lo admito mis ideas no son mejores que las tuyas, ni mejores que las de otros, pero  es imprescindible estar abiertos, escuchar, probar  y luego formarnos un criterio… a lo mejor al final te sorprendes a ti mismo haciendo las cosas de otro modo, y lo que es mejor, y como decía Einstein «la mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original».

Lo reconozco, tengo que ser honesta, empezando conmigo misma, después de 15 años de experiencia profesional realizando entrevistas de trabajo, me he dado cuenta que no sabía hacerlas, o al menos, no sabía hacerlas de la mejor forma, admito que ahora estoy en una fase de transición, y estoy pasando de «preguntar» a «entrevistar», y no puedo más que daros mil veces las gracias por compartir tan generosamente vuestra visión sobre este tema, Isabel y Víctor.

Y sí, querido amigo, yo sí seguiré formándome, a pesar de ser una profesional senior, a pesar de «saber ya mucho», seguiré abierta al cambio y a al aprendizaje, porque no hay peor suplicio, que vivir creyendo que  uno ya lo sabe todo.